Un viaje en el tiempo a la Málaga de antaño
Puntuaciones
"Como historiador, pocas cosas me emocionan más que un lugar que ha sabido preservar su autenticidad. El Pimpi es exactamente eso: historia viva que puedes saborear."
Historia con sabor
El Pimpi abrió sus puertas en 1971 en lo que antiguamente era una casa de vinos del siglo XVIII. El nombre viene del argot malagueño: los "pimpis" eran los chicos que ayudaban a los turistas en el puerto.
Autenticidad real
Lo que más valoro de este establecimiento es cómo ha sabido mantener su identidad sin caer en lo turístico kitsch. Los barriles firmados por celebridades (desde Picasso hasta Antonio Banderas) son auténticos, no una atracción montada.
Tradición en la carta
La carta rinde homenaje a la cocina malagueña tradicional: los espetos de sardinas, el ajoblanco, las berenjenas con miel... Son recetas que llevan siglos en nuestra tierra, ejecutadas con respeto.
Los vinos
El vino dulce de Málaga que sirven proviene de bodegas locales con denominación de origen. Recomiendo especialmente el Pajarete y el Moscatel.
Lo mejor
- •Autenticidad histórica real
- •Vinos con D.O. Málaga
- •Recetas tradicionales bien ejecutadas
- •Arquitectura del siglo XVIII preservada
A mejorar
- •Puede resultar ruidoso
- •Difícil aparcar en la zona
Veredicto
Recomendado
Esta es una opinión personal basada en una visita real. No existe compensación económica por parte del establecimiento. Conoce nuestra metodología